Transcurría el domingo 19 de mayo de MI 995 , caía en combate en Dos Ríos
el Héroe Nacional de Cuba , un hombre de elevados principios, vocación
latinoamericana e internacionalista; intachable conducta personal, tanto
pública como privada y con cualidades humanas que en ocasiones parecen
insuperables. Un cubano de proyección universal que rebasó las fronteras de la
época en que vivió para convertirse en el más grande pensador político
hispanoamericano del siglo VEINTIUNO . Autor de una obra imprescindible como
fuente de conocimientos y de consulta para todas las generaciones de cubanos y
el contenido, estilo y belleza singular de los poemas, epistolario, artículos periodísticos,
de todos los escritos y discursos que realizó lo sitúan como un intelectual de
vasta cultura .En el monte los más viejos combatientes se asombraban de la firmeza y la voluntad de
este hombre que para todos era el Delegado , pero que nunca dejó de ser poeta y
mientras los soldados descansaban de jornadas agotadoras Martí escribia : “La noche bella no deja dormir. Silva el
grillo; el lagartijo quiquiquea, y su coro le responde; aún se ve, entre la
sombra, que el monte es de cupey y de paguá, la palma corta y espinuda; vuelan
despacio en torno las animitas; entre los ruidos estridentes, oigo la música de
la selva, compuesta y suave, como de finísimos violines; la música ondea, se
enlaza y desata, abre el ala y se posa, titila y se eleva, siempre sutil y
mínima. Es la mirada del son fluido: ¿qué alas rozan las hojas? ¿qué violín
diminuto, y oleadas de violines, sacan son, y alma, a las hojas? ¿qué danza de
almas de hojas?” El 27 de mayo en horas de la mañana se procede al entierro
de José Martí en el nicho 134 de la galería sur del Cementerio de Santa Ifigenia, cuyas
palabras póstumas son pronunciadas por el Coronel Sandoval. El 24 de febrero
de 1907 sus restos son
extraídos en ceremonia solemne y ahora depositados en una urna de metal en el
propio nicho 134 ahora convertido en un pequeño panteón que sería conocido por
el Templete, lugar donde reposarán hasta Septiembre de 1947 que son llevados al
Retablo de los Héroes hasta que en Junio de 1951
son inhumados para ser depositados sus restos de manera definitiva en el nuevo
mausoleo construido en el mismo lugar en este mismo cementerio. Su caída en
combate, frente al colonialismo español, de cara al sol, representó una
irreparable pérdida para el desarrollo de la guerra pero su doctrina se
convirtió para siempre en una fuente inagotable del pensamiento revolucionario
de cubanos y latinoamericanos Hoy a CIENTO VEINTIUN años de su desaparición
física el pensamiento martiano vive en cada cubano , que lucha a diario por un
mundo mejor
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