jueves, 20 de agosto de 2015

Finlay siempre

Un día como hoy pero del año 1915 se produce la muerte del sabio médico cubano Carlos J. Finlay,  eminente profesional que descubrió   el agente transmisor de la fiebre   amarilla,  el mosquito Aedes Aegypti. Finlay dedicó por entero su vida a buscar las causas que provocaban epidemias terribles causantes de la muerte a miles de personas, se le veía caminando por las calles, revisando dónde podría estar la causa  y lo encontró.
 
Descubrió que en zanjas y charcos en ambientes donde imperaba la suciedad y el abandono, crecía el pequeño zancudo de patas rayadas: el mosquito  que con su picada transmitía la enfermedad de un cuerpo a otro. 

Tenía otro reto por delante: buscar cómo exterminar el flagelo, se hacía necesario librar una batalla de limpieza  y crear una vacuna que impidiera tanta muerte. Hacia esto volcó el galeno  sus días y noches, llamó a la comunidad a mantener la higiene y creó la vacuna. 

Tuvo que enfrentar la incredulidad de muchos, por lo que la primera prueba fue en su propio brazo. Finlay quedó para la historia como el médico que descubrió las causas que provocaban la Fiebre Amarilla, se impuso a su época con valor, librando una batalla contra sus opositores y contra el mosquito y el final: la cura de tan nefasta enfermedad. Hoy la Medicina cubana le recuerda como un precursor de las investigaciones médicas y un valiente profesional.

sábado, 8 de agosto de 2015

Madre siempre , con su dolor en alma

Lei este artículo y mi corazón de madre lloró como ha podido Esther soportar por tantos años esa carga tan pesada que la vida le impuso creo que solo por su valor y entereza, no muchas podríamos soportarlo , por eso mis respetos Madre de siempre, con su dolor en el alma . 
Con una ceremonia sencilla pero llena de admiración y de cariño, los pinareños celebraron este 7 de agosto el cumpleaños 105 de Esther Montes de Oca, la madre de los dos jóvenes sanjuaneros asesinados brutalmente por la dictadura batistiana, en 1957.
Un sinnúmero de mensajes y de ramos de flores colmaron la casa-museo que perpetúa la memoria de los hermanos mártires, entre ellos una postal del primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Tras entregársela a Esther, Rubiel García González, presidente de la Asociación Herma nos Saíz, señaló que esta valerosa mujer ha sido un ejemplo y una guía para varias generaciones de cubanos. “Por eso hemos venido hasta aquí, con todo el placer que significa homenajear a una madre”, afirmó.
Yuniasky Crespo Baquero, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC y Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Fede ración de Mujeres Cubanas, también estuvieron presentes junto a vecinos de Esther, antiguos alumnos, y representantes de la mayoría de las organizaciones políticas y de masas del territorio. Agradecida y emocionada, la madre de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, dijo sentirse feliz con el agasajo, y exhortó a las nuevas generaciones a ser dignos herederos de la lucha que ha librado nuestro pueblo durante más de 50 años. “A los jóvenes, les pido que vivan por la Revolución y que la defiendan”, declaró.
Nacida en 1910, en el seno de una familia de profundas raíces patrióticas, Esther estuvo siempre al tanto de las actividades revolucionarias de sus hijos. Tras el horrendo crimen contra ellos, en la trágica noche del 13 de agosto de 1957, cuando se disponían a celebrar el cumpleaños de Fidel con una acción revolucionaria, la principal razón de su vida ha sido la defensa de sus ideales.
Luego del triunfo del 1ro. de Enero, su casa sirvió de cuartel durante tres meses a los miembros de la guerrilla que había operado contra la tiranía en la Sierra de los Órganos. Esther además participó de manera incansable en los programas educativos llevados a cabo por la Revolución, y por espacio de 12 años integró el Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas.

martes, 4 de agosto de 2015

Una guerra para la historia

Transcurría el 3 de agosto de  1914, grandes potencias como Francia, Bélgica y Gran Bretaña, declaran la guerra a Alemania, comenzaba así la primera Gran Guerra del siglo, holocausto que trajo muerte y destrucción a su paso por el mundo.
Alemania con el imperial HITLER al frente quería el poderío, a cualquier precio, nada que no fuera puro podía quedar en pie. La raza judía fue prácticamente aniquilada, no importaba si eran hombres, mujeres o niños, crecían grandes campos de concentración, los seres humanos eran denigrados hasta morir, creció la fama de las cámaras de gas y  las torturas, se incineraba masivamente, no importaba el dolor, solo se mataba en pos de la pureza de la raza.
Mientras la muerte y la devastación hacían su trabajo, la guerra con su canto luctuoso de balas y bombas destruía a su paso todo lo vivo, no quedaba nada en pie, hasta la naturaleza estaba en hostilidades, los árboles eran arrasados, la fauna dejaba de existir, era la guerra que con su inexorable paso dejaba la vida sin vida.
Quedó para la historia como una de las acciones bélicas más largas y destructivas, aún hoy al cabo de tantos años nuestros ojos se espantan ante las imágenes que conserva la historia y nos preguntamos ¿cómo pudo el hombre llegar a tanto dolor?, ¿cómo pudo el hombre destruir la vida?, ¿cómo pudo el hombre convertir al prójimo en objeto de su juego? y la respuesta es la misma, la maldad no tuvo límites, la locura de un hombre llevó al holocausto mundial.