El desembarco del yate Granma, el
2 de diciembre de 1956, dio el impulso definitivo a la guerra iniciada por el
pueblo cubano en MIL 868, y que dos años
después culminaría con el triunfo de la Revolución. Para el general cubano
William Gálvez, la llegada del barco a la nación antillana fue el paso inicial
para la formación, primero, de un destacamento guerrillero, luego del Ejército
Rebelde y finalmente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
La embarcación, de 12 metros de eslora, fue construida en MIL 943 y comprada, en muy mal estado, por el joven abogado Fidel Castro al estadounidense Robert B. Erickson, al precio de 40 mil dólares. Con capacidad para 25 personas, embarcaron 82 para una travesía de dos mil kilómetros, con dos cañones, 35 fusiles con mirilla telescópica, 55 fusiles de asalto "Mendoza", 3 ametralladoras "Thompson", 50 pistolas y municiones.
Había salido de Tuxpan, México, una semana antes y desembarcó en la costa sur-oriental de la Isla, a unos dos kilómetros de playa Las Coloradas, al noroeste de Cabo Cruz, justo en un lugar fangoso y de tupidos manglares que cubren ese litoral y forman una enmarañada red. La acción, llena de obstáculos, fue calificada por el joven médico argentino Ernesto “Che” Guevara como algo más semejante a un naufragio que a un desembarco.
A bordo, "todo el barco presentaba un aspecto ridículamente trágico: los hombres tenían la angustia reflejada en el rostro y se apretaban el estómago con las dos manos toda la tropa sentía el mal de la mar", relató más tarde el Che.
La expedición, que había sido delatada horas antes, fue bombardeada por la aviación, de cuyo ataque solo sobrevivió una veintena de combatientes dispersos, entre ellos todo el estado mayor y el Che, herido de bala en el hombro.
Paralelamente, en La Habana se anunciaba oficialmente la muerte de Fidel Castro junto con la liquidación de los tripulantes, quienes, en realidad, avanzaban durante la noche rumbo a la Sierra Maestra. Esa veintena de revolucionarios, agrupada en torno al líder y estratega militar, impulsó una guerrilla que en 25 meses derrotó a las fuerzas del dictador Fulgencio Batista y logró el triunfo definitivo el 1 de enero de 1959.
La embarcación, de 12 metros de eslora, fue construida en MIL 943 y comprada, en muy mal estado, por el joven abogado Fidel Castro al estadounidense Robert B. Erickson, al precio de 40 mil dólares. Con capacidad para 25 personas, embarcaron 82 para una travesía de dos mil kilómetros, con dos cañones, 35 fusiles con mirilla telescópica, 55 fusiles de asalto "Mendoza", 3 ametralladoras "Thompson", 50 pistolas y municiones.
Había salido de Tuxpan, México, una semana antes y desembarcó en la costa sur-oriental de la Isla, a unos dos kilómetros de playa Las Coloradas, al noroeste de Cabo Cruz, justo en un lugar fangoso y de tupidos manglares que cubren ese litoral y forman una enmarañada red. La acción, llena de obstáculos, fue calificada por el joven médico argentino Ernesto “Che” Guevara como algo más semejante a un naufragio que a un desembarco.
A bordo, "todo el barco presentaba un aspecto ridículamente trágico: los hombres tenían la angustia reflejada en el rostro y se apretaban el estómago con las dos manos toda la tropa sentía el mal de la mar", relató más tarde el Che.
La expedición, que había sido delatada horas antes, fue bombardeada por la aviación, de cuyo ataque solo sobrevivió una veintena de combatientes dispersos, entre ellos todo el estado mayor y el Che, herido de bala en el hombro.
Paralelamente, en La Habana se anunciaba oficialmente la muerte de Fidel Castro junto con la liquidación de los tripulantes, quienes, en realidad, avanzaban durante la noche rumbo a la Sierra Maestra. Esa veintena de revolucionarios, agrupada en torno al líder y estratega militar, impulsó una guerrilla que en 25 meses derrotó a las fuerzas del dictador Fulgencio Batista y logró el triunfo definitivo el 1 de enero de 1959.