lunes, 4 de enero de 2016

Una leyenda , convertida en tradición ¿Quiénes son los Reyes Magos



En el capítulo dos,  del Evangelio de San Mateo, se narra el camino que hicieron tres 'magos' (denominados así porque en aquella época se conocía como 'magos' a los 'sabios' o astrónomos) que fueron siguiendo una estrella hasta llegar a Belén.
Allí visitaron y ofrecieron tres regalos al recién nacido Jesús: oro, incienso y mirra. Aunque las escrituras no explican de dónde procedían los tres reyes, todo indica que vinieron desde Babilonia o Persia, lugar en el que los magos tenían una gran influencia.
En el siglo XIV, el monje benedictino Beda, doctor de la iglesia, describió a los Reyes Magos en un manuscrito: 'Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; y Baltasar, un señor negro'.
De esta manera, Beda los identificó como representantes de Europa, Asia y África.
En cuanto al número de Reyes Magos, se acepta el de tres, Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque en distintos lugares se supone que fueron dos, cuatro, y hasta doce, como en Armenia.
Del mismo modo, es incierto su destino después del encuentro con la familia de Jesús en Belén.
Otro enigma es la estrella que les condujo hasta el pesebre del Niño. Para muchos científicos no se trataba más que de un cometa o meteoro luminoso. 
Existen varias  teorías que intentan profundizar lo que está escrito en la Biblia, pero lo que sí sabemos con seguridad es que, con el tiempo, sus Majestades los Reyes Magos se convirtieron en unos personajes muy queridos por todos los niños.
Todos los años, semanas antes de la llegada de la Navidad, los niños empiezan a pensar en los regalos que desean que les traigan los Tres Magos.
Es el turno de escribir la carta a los Reyes Magos, un momento de enorme ilusión y fantasía para los más pequeños. En ella, los niños cuentan cómo se han portado a lo largo del año y qué regalo les gustaría recibir el 6 de enero.
No existe un modelo único, sino que cada niño puede elegir el formato que más le guste; al igual que son múltiples las formas de enviar sus peticiones. Unos eligen depositarlas en el buzón de los supermercados o las tiendas de juguetes, y otros les piden a sus padres que la sellen y envíen por el correo convencional.
Sea cual sea el camino elegido, no os olvidéis de dejar algo de comer y beber a los Reyes y sus camellos. Algo de dulce o frutas con un poco de agua seguro que les vendrá muy bien para reponer fuerzas.


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