Por estos días
dos accidentes del tránsito ocurridos en la calle Nodarse de mi Villa
conmocionaron al pueblo, pero no voy a hablar de los peligros en la vía, de
cómo estas personas estuvieron al borde
de morir o para gran dolor perder sus piernas o brazos , la batalla de
los médicos ariguanabenses por salvar
sus vidas fue titánica y sobre esto reflexiono.
En la ofensiva médica por salvar vidas .
Es cierto que la salud pública tiene sus
grietas , pero la tierra se abre en trozos en diferentes partes del mundo y
quiere usted algo más grande que nuestro planeta , sí la medicina como tantas cosas, tiene escapes, muchas veces culpa del hombre más que de la
ciencia , pero seriamos necios si no evaluamos la labor de los médicos cubanos
y hoy hablo de los galenos de mi pueblo, esos que a sudor y sacrificio se
empeñan en salvar vidas , no importa a que clase social perteneces , su
objetivo es ver la cara de alegría de las familias cuando le dan buenas
noticias acerca de los pacientes . Es cierto hay fisuras , nos falta personal,
insumos , equipos , pero no obstante hay que verlos pelear contra la muerte ,
son valientes, los he visto donar su sangre, llorar ante la impotencia que
ocasiona la pérdida de una batalla. Los accidentados de los que les hable al
principio llegaron a nuestro hospital casi sin vida y allí se unieron
especialistas en ortopedia , angeología , cirugía y se enfrentaron a la parca
sin temor y les pongo este ejemplo pues
nos toca de cerca , son gente de mi
pueblo. No puedo dejar de recordar también la hermosa obra de amor y entrega
con la que me llevaron a mí al salón y cuidaron de mi salud que estaba afectada
y para mi bien y el de los míos acá estoy , gracias a ellos a los médicos de mi
pueblo . Considero que el valor de la
medicina cubana está puesto a prueba en cada acción que realizan aunque a veces
tenga sus grietas. Visten con orgullo sus batas blancas y salvan con sus manos la vida de otros.
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