Calixto García Iñíguez nacido en de agosto de MIL 839 fue un líder insurrecto cubano
durante la Guerra de los Diez Años , la Guerra Chiquita y la Guerra de Cuba . Hombre de escasa
formación, la mayor parte de la cultura personal que pudo obtener fue de tipo
autodidacta., gracias a la amistad con
algunos intelectuales españoles y a la lectura en bibliotecas públicas Rompiendo
la tradición familiar de lealtad a España, en MIL 869 se unió a la Guerra del 68 o Grande, alzándose en la
región de Holguín. Por los continuos movimientos a que estaban sujetos los generales
Thomas
Jordan, Máximo Gómez y Modesto Díaz y ante la
imposibilidad de extender las acciones de Vicente García hacia esa zona, se hacía necesaria la
presencia de un oficial organizador. Allí estableció a las dispersas partidas
mambisas bajo una férrea disciplina y mantuvo en jaque a las tropas españolas
en las zonas cercanas a las ciudades de Holguín, Banes, Gibara, Mayarí,
extendiendo luego sus actividades hasta Moa, en la época en que Maceo llevaba a
cabo su histórica campaña de Guantánamo. Una de sus principales labores fue la
de proteger los desembarcos de las expediciones cargadas de armas y patriotas,
las cuales por desgracia no se hicieron ni en la cantidad necesaria ni con la
coordinación adecuada. En MIL 874, mientras intentaba impedir conversaciones de
paz entre oficiales españoles y algunos jefes cubanos en la zona entre Manzanillo y Bayamo, no
autorizados por el Gobierno de la República de Cuba en Armas, el cinco de
septiembre de MIL 874,
el ya Mayor General Calixto García fue sorprendido con muy pocos hombres por
una columna enemiga en el lugar conocido por San Antonio de Baja. En tan
desigual encuentro y ante la posibilidad de caer prisionero prefirió el
suicidio y luego de gastar todos sus cartuchos se aplicó el llamado "tiro
de la vianda". Se hizo un disparo en el paladar con su revólver sin poder
lograr su objetivo, pues sobrevivió y gravemente herido fue apresado por las
tropas españolas de Francisco Ariza Gómez. Pocos días luego de su captura, las
autoridades españolas, que mantenían bajo estrecha vigilancia a su madre Lucía
Íñiguez, le informaron a ésta que su hijo había sido hecho prisionero. A la
noticia respondió Lucía: "¡Ese no es mi hijo!", y al informarle que
antes de ser apresado había intentado suicidarse para no caer prisionero,
entonces respondió temblorosa pero convencida: ¡Ah... ese sí es mi hijo! Luego
de una ligera recuperación, fue trasladado como prisionero político a España,
donde estuvo desterrado hasta MIL 878, cuando recobró la libertad bajo la amnistía decretada por
el general español Arsenio Martínez Campos. Entonces viajó
hacia los Estados Unidos, para reunirse con la emigración patriótica. Después de la protesta de Baraguá, encabezada por Antonio
Maceo con el objetivo de invalidar el pacto del Zanjón y continuar las luchas hasta
alcanzar la independencia, era Calixto García el más apropiado para dirigir el
nuevo movimiento independentista dado su anhelo por volver a empuñar las armas
hasta alcanzar la victoria y su desvinculación con la firma del Pacto del
Zanjón en febrero de MIL 878. Por estas razones y otras fue
seleccionado por la dirección revolucionaria como la persona indicada para
dirigir el movimiento insurreccional en gestación. Acepta esta encomienda y
realizándola con una responsabilidad y talento inigualable. Luego de varios
intentos frustrados de desembarco logra poner pie en la isla en marzo de MIL 896 con los pulmones
afectados pero ya en convalecencia. No obstante, realizó una ingente labor organizativa
y combativa con las fuerzas independentistas orientales, en especial en los
departamentos de Holguín y Santiago de Cuba. Manteniendo una estrecha
vinculación con las expediciones de armas y parque enviadas a Cuba Al comenzar
la intervención de los Estados Unidos en la contienda, en MIL 898, Calixto
García, aunque expresando su desacuerdo con entregar el mando supremo de las
operaciones a los norteamericanos, acata la decisión del Gobierno Cubano en
Armas y se somete a la dirección de los generales Shafter y Lawton. Fue llamado
por Tomás Estrada Palma para acudir en Washington,
como delegado del Ejército Libertador, a las conversaciones entre el Gobierno
de la República de Cuba en Armas y el gobierno de los Estados Unidos. Durante
un banquete celebrado supuestamente en su honor, el 11
de diciembre de 1898,
sufrió una apoplejía fulminante que le causó la muerte. Su cadáver nunca fue
entregado a las autoridades cubanas allí presentes y a pesar del intenso frío,
fue enterrado con premura al amanecer del día siguiente, todo lo cual aumenta
las sospechas, nunca confirmadas, de un envenenamiento.Con su muerte, sucumbía
el último de los generales y políticos. Ya habían caído Martí en mayo de MIL 895 y Maceo el 7 de diciembre de MIL 896, grandes próceres que además de
independentistas consecuentes, tenían clarividencia política con respecto a los
Estados Unidos y su nacimiento como potencia imperialista.
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